La actividad física va más allá de lo estético
En las últimas décadas se fomentó el ejercicio como un culto a lo estético. Afortunadamente las investigaciones recientes han demostrado la variedad de beneficios que se obtienen a nivel de salud emocional y física.
Elaborado por María Fernanda Gonzalez M Psicóloga Eficiente-Mente
El sistema MENTE-CUERPO Los estudios realizados por el Centro de Control y Prevención en asociación con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de USA han realizado varias campañas de prevención basados en las alarmantes estadísticas como por ejemplo en el año 2000 de 2.391.300 muertes, 1.159.000 o sea el 48% fueron por causas que hubieran podido ser prevenidas. Más preocupante aún, 400.000 de estas fueron producidas por hábitos pobres de nutrición y actividad física deficiente. El sedentarismo le cuesta a los seguros de salud, según la Organización Mundial de la Salud cerca de 75 billones de dólares.
La recomendación mínima para cada adulto es una cantidad de 30 minutos de ejercicio moderado preferiblemente sobre la base de una rutina diaria. Desafortunadamente esto no se cumple como lo demuestra la estadística del año 2005 en la que el 40% de los mayores de 18 años no estaban comprometidos con ninguna actividad en le tiempo libre. El modelo biopsicosocial de George Engel explica como los factores psicológicos, sociales y biológicos impactan en conjunto el funcionamiento humano.
El término más usado y popular en la bibliografía de las investigaciones llamado Bienestar o Wellness se refiere a la concepción holística y sistémica de la sincronización de todos los aspectos que involucran al ser humano. Desde la perspectiva de la Psicología Positiva se ha comprobado de manera teórica y experimental la importancia de la actividad física en el cultivar un buen nivel de vida y la posibilidad de crecer y florecer. Desde lo físico, el ejercicio construye y mantiene huesos sanos, mantiene un adecuado contro del peso, incrementa la masa muscular reduciendo el porcentaje de grasa corporal, reduce y mejora los problemas de presión arterial y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes que indudablemente se refleja en una mejor calidad de vida y oportunidad para disfrutar muchas de las oportunidades que se presentan.
Un reciente estudio realizado por Scully y colegas en el Diario de Medicina Deportiva Británico demuestra la relación positiva entre la actividad física y el bienestar psicológico: Gánele la batalla a la depresión: se ha demostrado que el ejercicio ayuda a la recuperación de la depresión clínica y ayuda a los individuos a ser más resilentes en la depresión. Cualquier forma de ejercicio aeróbico como el trotar, montar en bicicleta son los más efectivos. Aleje las preocupaciones y la ansiedad así sea un corto tiempo de actividad física permite ayudar a manejar la ansiedad. El solo hecho de centrar la atención en algo diferente a las preocupaciones, interrumpe los ciclos viciosos que llevan a la persona a tener pensamientos depresivos. Los efectos pueden potenciarse si la persona mantiene la disciplina del ejercicio por varios meses. Protéjase del stress con una rutina de ejercicios regular que le permite alejarse del stress diario que se vive en lo cotidiano. En este caso lo mejor es mantener una actividad aeróbica que es la más adecuada para protegerse de este mal mundial.
Varios estudios han demostrado que el ejercicio aumenta el nivel de energía emocional debido al cambio en la endorfinas aquel neurotrasmisor que nos permite experimentar placer y aumento de energía. Una disciplina de ejercicio aeróbico diario puede mejorar los síntomas depresivos moderados hasta tal punto que se le puede suspender el antidepresivo. El comprometerse a una rutina variada de ejercicio le va a permitir a la persona ir monitoreando los logros y avances a nivel físico y emocional, de tal manera que aumenta la autoconfianza y aporta a la autoimagen, ingredientes básicos en la autoestima. El mejor premio es ver como se van logrando cambios que generan nuevas experiencias que a su vez nos vuelven más conscientes de la satisfacción de nuestras necesidades de logro. Estructure un plan de acción que pueda cumplir y con objetivos claros y medibles que se vuelvan soporte para estructurar nuevas actividades en lo demás campos.