Una manera de envíar mensajes felices a nuestro cerebro
Las conexiones que la mayoría de las veces se estudian son las de la mente-cuerpo pero que pasa con la vía contraria?
Junio 26-2014
Estamos acostumbrados a centrar la atención en el impacto que tienen nuestros pensamientos y emociones en el cuerpo. Que pasa cuando tenemos rabia y como esta emoción y los pensamientos asociados a esta impactan en nuestro organismo. La primera reacción es la tensión en los músculos de la cara y las manos como una forma de estar listos para la lucha. Nuestro ritmo cardiaco se acelera y la sangre se concentra en las partes del cuerpo que se requieren para la lucha.
Nuestro cerebro primitivo funciona con la premisa de “luchar o huir” dependiendo de las necesidades específicas de la situación. Sin embargo las interconexiones mente-cuerpo son de doble vía. Que pasa entonces con la dirección cuerpo-mente? Recientemente se está investigando mucho sobre el impacto de nuestro lenguaje no verbal y las señales de nuestro cuerpo y el impacto que estas tienen en las emociones o apreciaciones que hacemos de nosotros mismos.
Los estudios que ha realizado la psicóloga Amy Cuddy sobre como nuestro lenguaje del cuerpo afecta no solamente la forma como los demás nos ven, sino que también afecta la manera como nos percibimos a nosotros mismos. Sus estudios han demostrado como el asumir “posturas de fortaleza o poder”, así nos sintamos para nada poderosos, puede afectar la fisiología de nuestro cuerpo y por ende lo que pensamos de nosotros mismos.
Asumir la postura por ejemplo de la “Mujer Maravilla”, es decir mantener las piernas separadas a la distancia similar a la de nuestras caderas y poner las manos en la cintura, genera que nuestro organismo produzca más testosterona y disminución de cortisol, de tal manera que podemos sentirnos más seguros y enfrentar más riesgos. Sentirnos fuertes y seguros nos facilita el camino hacia la efectividad. Cada vez que tengamos retos especiales o situaciones en las que necesitamos sentirnos fuertes o por lo menos mostrar seguridad, adopte por unos minutos esta posición.
Por otro lado la doctora Tal Shafir que empezó siendo terapeuta de movimiento, empezó a darse cuenta como ciertas posiciones del cuerpo, estaban asociadas a determinados estados emocionales. Es por esto que empezó a estudiar el efecto del movimiento corporal en las señales que enviaba cerebro, que simulatáneamente se traducían en estados emocionales. Nuestro cuerpo envía de manera constante señales al cerebro con respecto a nuestra posición y estado actual de los músculos, articulaciones y movimientos.
Se ha comprobado por ejemplo, que mantener la postura de pie o sentados, con los hombros hacia delante y la cabeza y mirada hacia abajo, está asociada con la impotencia y la sumisión; adicionalmente, con el efecto negativo de aumentar el nivel de cortisol, es decir de la hormona del stress. Se pueden imaginar lo que impacta en nuestro cuerpo mantener esta posición agachada, con los hombros cerrados en sumisión, durante las ocho horas que nos mantenemos trabajando en el computador? Recuerdan como las abuelas y los padres nos decían constantemente “saquen pecho”? Esta posición implica abrir los hombros, erguir la espalda y mantener la musculatura del cuerpo bien alineada, es decir que lo que ellos nos querían decir es que mantuviéramos una posición de energía para enfrentar positivamente las cosas.
Dado el impacto de las posiciones en las lecturas que hace el cerebro, es por lo que la doctora Tal Shafir después de sus estudios recomienda:
1. Realizar movimientos que implican extender la postura por medio de los brazos de manera horizontal o vertical, saltar y extender los brazos en la posición de la V hacia arriba. piensen en lo que estamos sintiendo cada vez que ganamos con nuestro equipo preferido en el mundial de fútbol!!! simplemente nos sentimos ganadores y alzamos en V nuestros brazos.
2. Cualquier movimiento al caminar debe reflejar que somos livianos y fluimos por la vida.
3. Al despertar se recomienda estirar el cuerpo, especialmente los brazos en todas las direcciones para energizarse y preferiblemente realizarlo varias veces al día.
4. Efectuar movimientos rítmicos como por ejemplo el baile. En Alemania se demostró que la danza es más efectiva que hacer bicicleta estática con respecto a la reducción de los síntomas depresivos.
Tomando en cuenta todos estos beneficios, la invitación es que seamos plenamente concientes de las posturas que adoptamos y los movimientos corporales que realizamos, porque son estos los que permanentemente le están enviando señales al cerebro y por ende impactando nuestro estado emocional. Cuando nos empecemos a sentir bajos de energía emocional, podemos regularla con la estrategia de usar los movimientos corporales que nos energizan y nos hacen sentir más felices.
Mantener una buena posición no solo nos ayuda a la salud física sino también a nuestra salud emocional.