Nuestro propio gerente emocional

Tener conocimiento de nuestra propia neurología nos permite que podamos tener más herramientas para trabajar nuestra propia efectividad.

Elaborado por Maria Fernanda Gonzalez
Eficiente-Mente. Junio 8 del 2014

En nuestra vida diaria podemos hablar de dos clases de eficiencia: la emocional y la cognitiva. Ambas implican que se logre un adecuado balance entre lo emocional y lo racional para que prime el contenido necesario para tomar las decisiones adecuadas y actuar en concordancia. Es claro que nuestro cerebro está estructurado con numerosas conexiones entre las áreas netamente emocionales y las relacionadas con las funciones del conocimiento.

Cuando mi colega de consultoría entró en conflicto debido al abuso de su espacio privado de parqueo por personas ajenas a su oficina, bajó acelerado a insultar al usurpador y decidido a hacerse respetar así fuera por la fuerza (claramente sus centros emocionales estaban disparados y sin control racional). Habiendo tenido un corto lapso mientras bajaba, se dio cuenta que su afanada y descontrolada reacción no tenía mayor sentido, lo que le permitió manejar el evento de una manera completamente diferente. En términos cerebrales, su parte cognitiva le facilitó darle un nuevo significado al evento.

Este es un ejemplo cotidiano de lo que puede hacer nuestro propio gerente emocional. Esta maravilla solo funciona si nos acostumbramos a fortalecerlo. Estoy hablando de la parte del cerebro llamada Corteza Prefrontal. Esta es la responsable de las funciones especializadas como son: la planeación, la toma de decisiones, el dominio y control de la atención, la abstracción para sacar conclusiones y la capacidad de inhibir acciones inapropiadas como la que posiblemente hubiera realizado mi colega, si no hubiera tenido un buen fortalecimiento y balance de su corteza prefrontal (CPF).

Nuestro cerebro está perfectamente estructurado de tal manera que tenemos varias conexiones entre el cerebro límbico cuyas estructuras manejan los contenidos emocionales y la corteza prefrontal (CPF) que maneja las funciones cognitivas. Mantener fortalecida la corteza prefrontal, nos facilita el tener el balance adecuado entre lo emocional y lo cognitivo, de tal manera que podemos enfrentar de manera eficiente los diferentes retos de la vida diaria.

Estas actividades superiores son especialmente necesarias y deseables en el ámbito de trabajo. Tener la posibilidad de estar calmados en un momento de crisis, no reaccionar negativamente a los comentarios desairados del jefe inmediato o de un colega y estar plenamente concentrados en las reuniones de trabajo, son algunos de los grande beneficios de tener fortalecido nuestro gerente emocional y cognitivo.

La ciencia ha demostrado que podemos entrenar nuestros propios cerebros emocionales para inhibir aquellas reacciones descontroladas cuando nos sentimos amenazados y lograr pensar antes de actuar. En otras palabras, decidir actuar en vez de reaccionar; lograr actuar de manera controlada y tomar decisiones en medio del huracán emocional, nos lo permite el adecuado funcionamiento de las conexiones entre lo racional y lo emocional. Igualmente podemos entrenar nuestras habilidades cognitivas como el manejo de la atención y concentración.

Las actividades que implican concentración como la meditación, el yoga, el Thai-Chi y demás artes marciales, son maneras muy efectivas de hacer este entrenamiento de la atención y el equilibrio. Los asaltos emocionales nos pueden dominar y sacar de balance cuando no tenemos fortalecida la corteza prefrontal. Cabe anotar que de todas las estrategias de entrenamiento la más sencilla y la que tenemos más a la mano es la meditación.

Es interesante ver como las mayoría de la gente cuando oye la palabra meditación lo relaciona directamente con los monjes vestidos de naranja y marrón o con los templos tibetanos a los cuales difícilmente tenemos acceso. La buena noticia es que lo podemos hacer en cualquier espacio donde nos podamos sentar cómodamente y la mejor herramienta es centrarnos en el propio ritmo de la respiración. Adicionalmente se puede realizar a cualquier hora del día y empezando al propio ritmo.

La mayor queja es que la mente empieza a desconcentrarse, sin embargo, lo único que hay que hacer es volver a centrarse en la respiración. Tenga en cuenta que cada vez que se desconcentra y vuelve a centrarse en su respiración, es como hacer repeticiones en los ejercicios con pesas; en este ejemplo se van fortaleciendo progresivamente los músculos y con las repeticiones para volver a centrarse en la respiración está forataleciendo su gerente emocional.

Numerosos estudios han demostrado que las personas que practican la meditación incrementan su salud física y emocional, mejoran su propia regulación y las relaciones interpersonales se refuerzan en calidad. La fortaleza y balance de nuestro propio gerente emocional nos beneficia de manera individual e igualmente a las personas que componen nuestro entorno.

Varias empresas en USA han implementado programas de meditación como Google en la cual uno de sus ingenieros no solo creó este entrenamiento, sino que escribió un libro al respecto: “Search Inside Yourself” en el cual se habla de las prácticas y sus beneficios. Otras empresas como General Foods, Facebook y recientemente Intel está implementando su proyecto de entrenar a sus 10.000 funcionarios alrededor del mundo.

Fortalecer nuestro propio gerente nos permite evitar pelear con el vecino de parqueo o con el que maneja el bus cuando nos quedamos atascados en el tráfico mañanero, o en circunstancias acaloradas en el manejo de diferencias en el trabajo. Por otro lado aprendemos a manejar aquellos compañeros de oficina, que por su falta de conciencia realizan actos desatinados contra nosotros.

Muchas ganancias y crecimiento para una práctica tan antigua y de tanta trayectoria que podemos incluir en nuestra rutina diaria. No tienen que pensar en recluirse en un monasterio o dedicarse largas horas a esta práctica. Si diariamente hace una programación para reservar 20 minutos a esta actividad o varias pausas de 5 minutos a lo largo del día, va a percibir después de 6 semanas un cambio notorio es su efectividad emocional y cognitiva.