La autoconciencia y la tecnología

La tecnología nos ofrece muchas alternativas para facilitarnos el realizar las tareas con eficiencia. Si a su vez le aplicamos la autoconciencia este beneficio sin lugar a dudas se va a ver potenciado.

María Fernanda González M.

Consultora EFICIENTE-MENTE. Febrero 11 del 2014

La autoconciencia es un proceso mediante el cual se adquiere conocimiento acerca de uno mismo, en un momento particular del tiempo; es un estado de observación de uno mismo que permita identificar, interpretar, evaluar y modificar las manifestaciones de los estados internos y las manifestaciones que se hagan hacia el ambiente externo. Permite reconocer los propios pensamientos, emociones y conductas, reconocer los patrones del propio comportamiento y que si se usan de manera repetida se convierten en nuestra personalidad e identidad.

Todas las personas tenemos un nivel de autoconciencia natural, que nos indica que nos gusta, que nos molesta, que nos entristece y que queremos lograr en la vida; sin embargo en muchas ocasiones, ese nivel de autoconciencia es bajo o se encuentra circunstancialmente suprimido. Entre más profundo y amplio sea el nivel de autoconciencia que tiene un individuo, más conocimiento y control posee acerca de si mismo.

La autoconciencia emocional, es la habilidad básica de la Inteligencia Emocional que permite entender como se sienten y fluyen las emociones propias en determinadas circunstancias. Por ejemplo, para poder controlar nuestra irritabilidad debemos ser conscientes de cuál es el o los agentes desencadenantes, y cuál es el proceso por el que surge tan poderosa emoción y cuales son las consecuencias de este estado emocional; sólo entonces podremos aprender a aplacarla y a utilizarla de forma apropiada.

Si plasmamos esto a nivel de las relaciones, tenemos que verlo desde la perspectiva del cerebro social. Cuando estamos frente a frente con alguien, este cerebro está constantemente monitoreando las reacciones del otro, así muchas veces no seamos tan conciente de esto. Sin embargo nos va mandando información acerca de cómo está reaccionando el otro cuando nosotros decimos o actuamos de una u otra forma.

Tener fortalecida nuestra conciencia emocional, nos va a permitir detectar todas estas señales sutiles para que la interacción fluya y no vayamos a reaccionar o actuar de manera desatinada. Es decir que nuestro cerebro emocional está estructurado neurológicamente para lograr detectar toda esta sutileza. La autoconciencia nos permite ser concientes de toda esta información percibida e interpretarla y usarla en beneficio de la relación.

Cuando estamos usando la tecnología, como por ejemplo al mandar un texto o un email, el cerebro emocional no tiene la posibilidad de detectar o monitorear las reacciones sutiles del interlocutor. Esto implica una limitación en la interacción, lo único que se están enviando son palabras que no van acompañadas con todas las señales no verbales que complementan la comunicación y que la hacen más clara y certera.

Es importante usar más que nada la conciencia emocional cuando tenga que mandar un mensaje vía electrónica de vital importancia. Muchas personas cometen el error de mandar un email en el momento de rabia y cuando ya se han calmado se arrepienten de haberlo mandado. Desafortunadamente lo escrito, escrito está y la comunicación muy posiblemente va a quedar deteriorada.

La próxima vez que tenga que se tenga que comunicar vía email en asuntos importantes es aconsejable hacer un borrador del mismo, repasarlo y ponerse en el lugar de su interlocutor cuando lo reciba. Evalúe si la intención quedó claramente plasmada en el texto y evite que haya incoherencias. Teniendo claro que esa comunicación va a ser de beneficio para ambas partes, solo hasta ese momento es productivo mandarlo!!!

Tomarse unos minutos de tiempo para practicar la autoconciencia, le pueden evitar horas o días de dolores innecesarios de cabeza o de problemas que habría podido evitar.